Hacía mucho tiempo que no leía un libro con tantas ganas. Buscando entre los montones de libros que tiene mi padre almacenados en el sótano encontré un título que en su momento quise leer, pero con las prisas del día a día olvide en una esquina de la casa. Como esperando a que volviera en su búsqueda me tope con el lomo anaranjado de una edición nº56 de La sombra del viento. Antes de que me pudiese dar cuenta estaba sentada en el suelo devorando cada página del libro, sólo cuando la luz del día comenzó a irse y la oscuridad me obligó a encender las luces me di cuenta de lo absorta que había estado en las últimas horas.
Aun no lo he terminado, voy por la 291…y sin conocer el final ya os lo recomiendo, merece la pena gastas las horas si tienes un libro tan interesante entre las manos.
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